MILONGA CUIDADA
Hoy voy con mi changuito de excursión
por esa red que oprime al por mayor.
Me llevo la listita vulnerable
de los productos indispensables.
Consumo la mirada y el reloj
en góndolas de náufrago sin mar;
mis ojos fiscalizan con esmero,
para desgracia del usurero.
Parece que en la zona de almacén
reducen los aceites y el atún.
No corran, la rebaja no es del precio,
es del surtido, si serán necios.
Desde que acuso memoria
siempre dominan los mismos
y acomodan los guarismos
para hacerse del botín.
Tienen compinches bacanes
con carné de columnistas;
el chamuyo a las revistas
y la guita al maletín.
Barata era la fruta de estación,
el choclo, la lechuga, el coliflor,
la soja hizo a este suelo descartable
y a los rentistas, incontrolables.
La vaca ya no pasta en pastizal,
no tiene la gallina que empollar,
lo verde cotizado es el dinero
que siembra en guerras al mundo entero.
Final de mi periplo derrochón.
El chango apenas lleno de penar.
La tierra nos da todo lo imperioso,
pero está en manos de los tramposos.
Esta milonga cuidada
nació de tanta impotencia
y por perder la paciencia
ante tanta sinrazón.
Que tienen grandes fortunas
algunos malos señores
y tienen tantos dolores
las espaldas del peón.
Autora: Marta Pizzo
Febrero 2014
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