Israel y Palestina, y el derecho de los pueblos a su autodeterminación y soberanía
En Enero del año 2009, publiqué una nota sobre los ataques de Israel del 27 de Diciembre de 2008, comenzaba diciendo: “Sonó el teléfono a las 3.45 hs de la noche, un amigo israelita llamaba desde Jerusalém preocupado y dolorido se preguntaba que podía hacer la comunidad internacional frente a la invasión y los bombardeos de Israel sobre la Franja de Gaza». En efecto, esa invasión sucedió luego de que una encuesta demostrara que más del 70% de la población de Israel y la de Palestina estaban de acuerdo con la existencia de dos estados conviviendo pacíficamente.
Sin embargo los intereses del Estado de Israel y sus aliados han impedido sistemáticamente la constitución del Estado Palestino, tal como la estableció la ONU en 1948, arrebatándoles el territorio, oprimiéndolos y construyendo un muro de la infamia para separar, encerrar y perseguir al pueblo palestino.
Israel intenta justificar sus actos reclamando el derecho a autodefenderse, pero de acuerdo con el principio básico de derecho internacional, ex injuria non oritur ius, un derecho legal no puede surgir de un acto ilícito. Los hechos están a la vista y son incuestionables, si un Estado viola el derecho internacional y las advertencias de la ONU para cometer atrocidades contra otros pueblos, se transforma en un Estado terrorista.
El gran pecado de los palestinos es que no están dispuestos a rendirse y dan la vida peleando por su libertad. Israel es el país invasor y cuanta con más recursos militares, financieros y mediáticos, además de c disponer de escudos contra los misiles, compra suficiente consenso como para que no los llamen «terroristas» a pesar de bombardear con armas químicas, torturar niños palestinos y usarlos como escudos humanos.
Esto ya no es un problema político solamente, es un problema humanitario. La ONU ayer aprobó una resolución para la protección de Palestina y para investigar el operativo de Israel por posibles crímenes contra la humanidad. La respuesta de Israel fue bombardear a las pocas horas las escuelas que el máximo organismo internacional ti ene en Gaza, matando e hiriendo a muchos de los 1500 civiles que buscaban cobijo y salvar sus vidas.
El Primer Ministro Israelí lo dijo bien claro «No cederemos a la presión internacional», y Estados Unidos apoya esta postura porque ya lo ha hecho en otras oportunidades y porque quieren seguir haciéndolo. Sin embargo Israel es reconocido como un Estado pleno en la ONU y Palestina no,porque EEUU se niega. La primera y la octava potencia militar del mundo se están convirtiendo cada día más en una amenaza a la humanidad. Algo muy diferente a lo que busca la Palestina destruida y bloqueada comercialmente, que es sobrevivir y lograr constituirse en un Estado pleno.
Hubo muchos intentos de poder alcanzar una solución, todos frustrados, el más reciente fue la del Papa Francisco que viajó a Tierra Santa, e invitó al Presidente de Israel, Simon Peres, y al Presidente Palestino Mahmoud Habbas, al Vaticano para orar juntos y alcanzar un nuevo camino de diálogo que derribe los muros de la intolerancia y puedan alcanzar la paz entre los pueblos.
Los pueblos de Israel y Palestina necesitan vivir en paz. Para eso la comunidad internacional debe ponerle límites a Israel.
Por eso reclamamos:
Enviar una misión para detener los bombardeos y la ofensiva militar terrestre de Israel
Bloquear el comercio militar con Israel, como resolvió la ONU en 1975[1]
Aplicar sanciones económicas obligatorias por la ONU, como sucedió con el Apartheid en Sudáfrica.
Brindar ayuda humanitaria al pueblo palestino, y reconocer a Palestina como un Estado soberano, independiente y libre en el territorio que le corresponde.
Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz
Especial para Revista “Mi Barrio” y www.revistamibarrio.com.ar
[1] Resolución 3414 (1975) de la Asamblea General de las Naciones Unidas: “ [la AGNU] solicita a todos los estados que desistan de proveer a Israel de cualquier ayuda militar y económica mientras continúe ocupando territorios y negando el inalienable derecho nacional del pueblo Palestino”.