Así trabajan los presos
Los presos no reciben el dinero en la mano. Se deposita en una cuenta y pueden gastar el 35% para sí mismos. Lo otro se destina a la familia, a indemnizar a sus víctimas y al pago de su internación.
De acuerdo con la Ley Nº 24.600, de Ejecución de la pena privativa de libertad, cualquier preso tiene derecho a trabajar y a recibir una remuneración por su labor. Por estos días existen dos mil presos que trabajan en las prisiones que dependen del Servicio Penitenciario Federal. Cobran unos 4.400 pesos por mes por trabajar 40 horas semanales. Esto significa que un 19 por ciento de los hombres que están en prisión trabajan y perciben un salario. Del 81 por ciento restante, muchos también trabajan, aunque lo hacen a lo largo de menos horas.
Del total del salario que reciben los presos, que ganan no menos de un 75 por ciento del salario mínimo, vital y móvil, el 10 por ciento se destina a indemnizar por daños y perjuicios a las víctimas del delito que cometió el preso, de acuerdo a los que disponga el juez de la causa; otro 35 por ciento se destina a la adquisición de alimentos; el 25 por ciento para costear su internación en la cárcel; el 30 por ciento del total se destina a la conformación de un fondo que le será entregado cuando cumpla su condena.
Los fondos provienen del sector privado, ya que el Ministerio de Justicia no destina partidas para pagar a los presos que trabajen en las cárceles. De todos modos, hay varias serias denuncias que cuestionan al Servicio Penitenciario, a cuyos funcionarios acusan de quedarse con el dinero de los presos.
El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y el Ministerio de Trabajo de la Nación tienen convenios con diversos organismos como la CGERA, SMATA, UOCRA o el INTI, que dictan cursos de capacitación y entregan por ello certificados a los que participan en ellos.