Revista mi Barrio

Periódico barrial de Villa Real y Versalles, barrios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Recuerdos de la escuela

noviembre 24, 2015

picc6nqf563w392129500406_largeEl día de clase duraba cuatro horas. Pero hasta el año 1950 los  sábados  íbamos a la escuela. La semana duraba seis días.

 

Los útiles los llevábamos en  una cartera sin divisiones hecha de suela, que es como un cuero grueso. Ya en tercer grado, cuando éramos mas grandes usábamos portafolio (era más importante)  Las mochilas eran sólo para los deportistas.

 

Para escribir usábamos cuaderno, a veces de cincuenta hojas, a veces de cien, según se pudiera comprar o la seño pidiera.

 

Para escribir se usaba lapicera con pluma. La pluma no era una pluma como la de los pajaritos, tenía ese nombre porque por ejemplo en la época de la Colonia de verdad usaban plumas de ave para escribir.. Las plumas nuestras eran de una chapita finita con una punta finita que se mojaba en tinta , casi siempre azul,  y se escribía. Se llamaban pluma cucharita y pluma cucharón según fueran más anchas o más angostas.

 

Pocos chicos usaban uniforme porque la mayoría iban a la escuela pública. Todos usábamos guardapolvo blanco. El de las nenas era un delantal que tapaba toda la ropa, tenia tablas, era de manga larga con puños como  las camisas de los papás, tenia un cinturón con el que se hacía un moño atrás en la cintura. Se competía por el moño más almidonado. Almidonar era algo que se hacía al planchar el guardapolvo, daba mucho trabajo y nos retaban si lo ensuciábamos, tenía que durar una semana. Los varones vestían un guardapolvo muy parecido al que usan los doctores, abotonado adelante., siempre blanco. El delantal blanco lo creó Sarmiento para que todos los chicos estuvieran igual los  que tenían  linda ropa y los que tenían ropa más sencilla porque los papás no le podían comprar  cosas caras.

 

Como para los chicos de todos los tiempos escribir era lo más importante. La pluma a veces, algún travieso la clavaba (tenía punta) en el pupitre (la mesita de madera  donde apoyábamos el cuaderno) Así se  estropeaba y no se podía escribir más. También pasaba que en los tinteros, estaban en cada  mesita (el asiento y la mesita se llamaba banco) los chicos echaban  mate cocido. Nos daban mate cocido  caliente para  no tener tanto frío.

 

Cuando echaban el mate cocido la tinta se ponía clarita y no se podía escribir. El mate cocido acompañado por un pancito lo servían en el penúltimo recreo .Por escribir con tinta, la azul digo, las manchas en el guardapolvo eran peligrosas y … en el cuaderno, se llamaban manchones  eran algo malo porque nos retaban por desprolijos.

 

Rosa Beatriz de la Fuente

 

 

 

 

 

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