Carta abierta a Eduardo Feinmann sobre Habitapp y las viviendas ociosas.
En el día de ayer (4 de septiembre) en el programa de A24 conducido por Eduardo Feinmann se trató la aplicación de celular llamada Habitapp.org como una herramienta para marcar y ocupar ilegalmente viviendas.
Sin dudar de la buena fe de los periodistas del programa, que difamaron y calumniaron a integrantes del Observatorio del Derecho a la Ciudad de estar inmersos en acciones delictivas, vamos a aprovechar la ocasión para aclarar algunos conceptos con la intención de subsanar los errores en los que (entendemos) sin intención, y con total ignorancia, incurrieron.
Habitapp constituye una herramienta de producción de información y de abordaje de diversos temas y problemas urbanos y sociales. La aplicación ha sido utilizada por la ciudadana para el control de precios en los supermercados, para relevar datos útiles en la discusión del Código Urbanístico, para relevamientos de espacios verdes, etc. De manera sencilla, dinámica y rápidamente visible, permite generar una base de datos geo-reaferenciados, de uso público y gratuito.
De ninguna manera la aplicación estuvo ni está destinada a instrumentar la ocupación ilegal de inmuebles ociosos de la ciudad, sino que surgió como un esfuerzo colectivo de organizaciones y asambleas para generar información orientada a impulsar propuestas de políticas públicas.
Hace dos meses, con el acompañamiento de más de 40 asambleas y colectivos, con información producida a través de la aplicación HAbitapp, presentamos un paquete de leyes en la Legislatura de la Ciudad solicitando la declaración de la emergencia habitacional en la ciudad y nuevas políticas habitacionales como la aprobación de una política sostenida de viviendas sociales y estímulos para que las viviendas ociosas tengan un uso social efectivo.
Entendemos que, en este sensible momento histórico por el que estamos transitando de crisis económica, política y social, cruzada con procesos eleccionarios, desde ciertos sectores se intente lamentablemente demonizar la labor que realizamos con el objeto de democratizar la ciudad y desmercantilizar el acceso a los derechos humanos.
El incremento de viviendas ociosas constituye uno de las principales preocupaciones en las grandes ciudades mundiales. Conocer la cantidad de viviendas ociosas y su concentración geográfica resulta fundamental en la planificación del desarrollo de la ciudad y para resolver la emergencia habitacional.
Hace unas semanas, el Instituto de Vivienda de la Ciudad informó que aproximadamente existen 140 mil viviendas ociosas en la ciudad basándose en un relevamiento por consumo eléctrico.
La Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, del año 1996, ordenó explícitamente que el GCBA debía adoptar medidas para impulsar la incorporación de los inmuebles ociosos a un uso efectivo. Por esta razón y por cuestiones de planeamiento urbano, el GCBA ha realizado varios informes sobre Relevamientos de Usos del Suelo, parcela por parcela de la ciudad, identificando entre los distintos usos (residencial, comercio, etc.) los edificios abandonados. Esta información es pública hace varios años y creemos que los funcionarios del gobierno no tienen intención de colaborar con ocupaciones ilegales.
¿Se preguntarán por qué resulta tan importante hacer estos relevamientos y diagnósticos?
- Porque la discontinuidad de los huecos urbanos de los inmuebles ociosos representa un obstáculo evidente al desarrollo homogéneo y consistente del tejido urbano y social.
- Porque los procesos de deterioro de los inmuebles ociososafectan a los inmuebles linderos generando humedades, filtraciones de todo tipo, y eventualmente riesgo de derrumbe. En algunos casos se transforman en depósito de basura y esto los convierte en fuentes de plagas de todo tipo que impactan negativamente en la salubridad urbana, y por lo tanto en la salud de los habitantes.
- Porque afectan al contexto pues su abandono impacta en la disminución del valor de las propiedades aledañas.
- Porque en las áreas patrimoniales protegidas afectan la calidad ambiental y patrimonial del conjunto, y porque las posibilidades de protección efectiva de los inmuebles con valor arquitectónico se reducen sustancialmente, mientras éstos se encuentren desocupados.
Citamos el ejemplo de la Confitería El Molino que fue abandonado y experimentó un proceso progresivo de deterioro que hubiese sido irremediable si desde el Estado nacional no se hubiese abordado su expropiación para poder iniciar su restauración y rehabilitación.Otro ejemplo es el de los centros históricos como el barrio colonial de La Candelaria de la ciudad de Bogotá en Colombia, cuyas viviendas mayoritariamente ociosas presentan un estado de deterioro terminal y muy difícilmente reversible sin ayuda económica de organismos internacionales patrimonialistas. La ciudad de Quito en Ecuador, patrimonio de la humanidad es ejemplo de uno de los sitios históricos de la época de la colonia más extenso y mejor conservado. Pero es además una ciudad colonial viva por estar habitada por sectores populares. Este sitio histórico constituye un valioso patrimonio tangible e intangible.
Los edificios tapiados en nuestro casco histórico nos llevan a reflexionar si queremos seguir el camino de Bogotá o de Quito.
- Otro de los aspectos más graves que presentan los inmuebles ociosos en las ciudades es la reducción de oferta inmobiliaria tanto para compra como para alquiler. Todo producto de mercado escamoteado, impacta indefectiblemente en los costos, promoviendo procesos de gentrificación no solo de los sectores con menos ingresos sino, sobre todo, de los sectores medios. Y esto es lo que está efectivamente sucediendo en la Ciudad de Buenos Aires. ¿Se imaginan como impactaría en los precios de los alquileres y de las viviendas si 140 mil viviendas se pusieran a la venta o en alquiler incrementando la oferta?
En un informe reciente de la Defensoría del Pueblo, del 2 de septiembre se afirma que durante las últimas dos semanas se registró un incremento en la cantidad de inquilinos que se presentan en dicha Defensoría para ser asesorados por dificultades en el sostenimiento del pago del alquiler. En marzo de 2018, dos de cada diez inquilinos se presentaban para consultar por este tema mientras que, en agosto de este año, esa cifra creció a cuatro de cada diez (41,22%).
El acceso al suelo urbano constituye un derecho humano básico para toda la población que en sus procesos de desenvolvimiento social y urbano puede requerir el incremento de espacios verdes, y la construcción de viviendas, equipamientos hospitalarios, educativos, comerciales o recreativos. Y porque desde el Estado y desde la sociedad misma debería atenderse al bien común y orientar la planificación urbana en el sentido de dar respuesta no solo a las necesidades presentes, sino a las proyecciones futuras.
Esperamos que con este intercambio se hayan esclarecido todas las dudas y que la demonizada aplicación Habitapp haya sido más difundida, conocida y pueda ser utilizada y apropiada por la ciudadanía para el bien común de toda la sociedad.
Jonatan Baldibiezo especial para Revista “Mi Barrio” y www.revistamibarrio.com.ar
Observatorio del Derecho a la Ciudad
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