Qué significa ser una Ciudad Verde
Asumir el compromiso en conjunto entre sociedad y autoridades es clave para contribuir con el crecimiento sostenible de la Ciudad, a partir de medidas y prácticas ambientalmente responsables.
La gestión eficiente y responsable de los residuos es fundamental para proyectar una ciudad que interprete las urgencias impuestas por la crisis ambiental y actúe para contribuir a la lucha contra el cambio climático. Hay muchas otras acciones que van de la mano: revalorización de los espacios verdes, promoción de las energías renovables, fomento a medios de transporte más sustentables, plantación de especies nativas de árboles y plantas, entre otros.
Sin embargo, la separación, recolección y recuperación de materiales reciclables es un proceso que incluye una serie de pequeñas acciones que podemos hacer desde casa, la escuela, el lugar de trabajo o donde nos encontremos. Son prácticas sencillas de realizar, y que podemos convertir en hábitos cotidianos.
El primer paso es asumir el compromiso y la responsabilidad que tenemos como ciudadanos/as. Cada actividad que realizamos, por más irrelevante que la consideremos, tiene impacto en el desarrollo de una ciudad como Buenos Aires o cualquier otro centro urbano del país.
Un paso a paso sustentable
El camino hacia un modo de vida más sostenible y en armonía con el entorno comienza con la toma de conciencia. Nuestros hábitos de consumo de bienes, productos y servicios se guían por un modo de producción lineal. Es decir, todo lo que consumimos tiene un ciclo de vida, y luego se desecha.
Una de las maneras de consolidar una Ciudad Verde, es adoptar el nuevo paradigma de la economía circular: todo producto se puede aprovechar a través de un circuito continuo, que va desde su uso y su posterior descarte, hasta su tratamiento para volver a insertarlo en la industria.
Como parte de este cambio de mentalidad, individualmente podemos aportar con la separación de los residuos y la clasificación de aquellos materiales que se pueden reciclar: papel, cartón, plásticos, metales y vidrios que no estén rotos.
La Ciudad de Buenos Aires brinda herramientas para que podamos disponer de manera correcta todos esos materiales. La recolección puerta a puerta con recuperadores urbanos y/o los Contenedores Verdes, Campanas Verdes y Puntos Verdes.
Todos los materiales recolectados van a los 16 Centros Verdes que tiene la Ciudad. Ahí las cooperativas de recuperadores le agregan valor a los reciclables con clasificación y procesamiento, para luego volver a la industria.
Más allá del reciclaje
No todo queda en la separación de los residuos. Las autoridades tienen la obligación de ejecutar políticas ambientales que atraviesen a la sociedad en cada uno de sus ámbitos, promover hábitos saludables, generar campañas de concientización y brindar las herramientas y estructuras necesarias para esta transformación.
De nuestra parte, como vecinos/as tenemos la posibilidad de conocer diversas prácticas para conectar con la naturaleza y difundir a través de acciones un mensaje de respeto hacia nuestra tierra.
Aprender la técnica del compostaje, revalorizar espacios verdes a través de proyectos de huerta, aportar a la biodiversidad urbana con la plantación de especies nativas de árboles y arbustos, fomentar el ahorro y la eficiencia energética, respetar los horarios para depositar la basura y evitar la acumulación de bolsas en espacios no adecuados. La lista continúa.
El compromiso que asumimos es el inicio de este camino, motorizado paso a paso por la motivación de ayudar a construir una Ciudad, un país, un mundo donde podamos vivir experiencias que nos conecten con el mundo natural y la madre tierra, a quien tanto le debemos. Con firmeza y convicción, se puede lograr.
Luis Alberto Serres
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