Revista mi Barrio

Periódico barrial de Villa Real y Versalles, barrios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El Denominado Accidente de Once es la 3ª Tragedia Ferroviaria más grande ocurrida en Argentina

febrero 21, 2022

Lo que entregamos, es una recorrida breve de todo lo que fuimos relevando en aquellos años. Desde el punto de vista político, técnico operativo.

 

Por Juan Carlos Cena * MONAREFA

 

Decía por ese entonces: Cuando un accidente se produce y ha sido alertado con anticipación y con fundamentos suficientes para alertar que va a suceder deja de ser un accidente y se transforma en un CRIMEN

También calificábamos de Cromañón a los accidentes ferroviarios porque son sinónimo de dolor y muerte. Ya en enero del 2005 anunciábamos que se iba a producir un Cromañón Ferroviario.

Manifestaba, además: No es un presagio, sino una certeza. Debemos estar atentos, alertas, despiertos, sin espantarnos, reconociendo que estamos bajo la influencia del planeta Cromañón que irradia muerte. Artículo titulado cuyo título era: ¡Alerta! Se viene el Cromañón ferroviario (16-1-2005)

Hoy digo, en este aniversario, el Cromañón se reproduce, todos los días, en rutas, calles, vías férreas y en el aéreo, donde están involucrados todos los medios del transporte nacional.

 

¿Qué decíamos en aquel momento?

Con las primeras cifras del dolor…

 

ACCIDENTE- CRIMEN DE ONCE SE LLEVO 49 VIDAS y 600 HERIDOS

strong>Estas cifras dolorosas, desde esta columna sólo podemos decirles a todos los que han sufrido una pérdida o ha quedado por el accidente en malas condiciones, que lamentamos profundamente lo sucedido. ¡Que sí hay responsables!

 

Todos los días, desde entonces, como una constante, ocurren accidentes en el transporte ferroviario Suburbano ocultados celosamente por las empresas concesionarias y la CNRT (Comisión Nacional d Regulación del Transporte).

 

Sí, hay decidía, complicidad, improvisación, irresponsabilidad, falta de personal, por ende, falta de mantenimiento preventivo en las unidades. Todo como consecuencia de la falta de políticas de Estado para con el Transporte. Por supuesto, falta de control a las empresas concesionadas. Vale la pena una aclaración. Concesión quiere decir alquiler, no privatización.

 

Los bienes continúan siendo del estado Nacional. En consecuencia, no hay control sobre el mantenimiento preventivo sobre esos bienes. Vías, material rodante, señalamiento, pasos a nivel, entre otros.

A consecuencia de ello, las unidades, o sea los coches de pasajeros, no reciben el adecuado, por no decir ningún mantenimiento protector en los depósitos de estacionamiento y mantenimiento: Revisación de ejes, rodamientos (llantas y sus perfiles), suspensión, frenos, sistema eléctrico; y en las vías: señales, semáforos, cambios de vías, entre otras cosas

 

Hay un desprecio y una insensibilidad manifiesta hacia los pasajeros por parte de los concesionarios. Los trenes del F.C. Sarmiento estaban plagados de falencias técnicas, como fatiga de material, como resultante, el peligro es latente. Todos los otros recorridos del T.B.A., están llenos de anormalidades. T.B.A. es una de las empresas dedicadas al transporte, de la familia Cirigliano.

 

La crisis en el universo ferroviario es integral. Tanto en los trenes suburbanos, cargas y en los de pasajeros de larga distancia inaugurados con una gran pompa. Abarca todo. No hay rincón donde ella, la crisis, no esté presente. Pero hay crisis de finitud, el de este sistema perverso de las concesiones ferroviarias. Todo este sistema concesionario va camino al colapso. Los accidentes de trenes fueron moneda corriente durante todo el 2005 hasta la fecha.

 

¿Podemos inferir que el gobierno nacional continúa subsidiando los accidentes ferroviarios como los anteriores?

 

Si. Hay una complicidad entre los controladores y los concesionaristas. Esa alianza se llama corrupción.

 

Nunca se tuvo en cuenta la aplicación del R.I.T.O (Reglamento Técnico Operatico). El primer manual fue editado en 1935. Modificado de acuerdo a los adelantos tecnológicos

 

Foto Libro Verde

 

 

Desde el año 2005 venimos denunciando desde el Mo.Na.Re.FA (Movimiento Nacional por la Recuperación de los Ferrocarriles Argentinos) lo que se avecinaba: Un tiempo ferroviario plagado de accidentes.

 

Por otro lado, decíamos que la Gerencia de Seguridad en el Transporte, que depende de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, publicó una estadística donde reflejaba que, en el área metropolitana durante el 2003, fallecieron un total de 389 personas y 1.064 resultaron heridas de gravedad. En los últimos 7 años, cerca de 14.000 muertos.

 

Cifras reveladas por el propio Secretario de Transporte que manifiesta: ‘La Argentina tiene un récord importante de muertes en ferrocarriles: más de 400 por año’. Lo que no dice es porqué ocurren esos accidentes. Las cifras son demostrativas y hay que compararlas cuando los ferrocarriles estaban en manos del Estado. Veríamos como los ferrocarriles del Estado tenían sumo cuidado en las cuestiones de seguridad.

 

Las cifras son palmarias y hay que compararlas, -aunque repitamos el concepto- cuando los ferrocarriles estaban en manos del Estado, veríamos como los ferrocarriles del Estado tenían sumo cuidado en las cuestiones de seguridad. Acá en el periodo privatista todas esas normas de seguridad fueron anuladas por los concesionarios, como así, los sistemas de controles, con anuencia de la Secretaria de Transporte.

 

La CNRT es la responsable del control integral de los modos de transporte, en este caso el ferroviario, es el órgano de control del Estado

 

La inoperancia de la CNRT (Comisión Nacional de Regulación del Transporte) es patética. Pero es para preguntarse si ¿es inoperancia o complicidad manifiesta?

 

¿Cómo es posible que se les hayan renovado, a estas empresas concesionarias, los subsidios?

 

¿Cómo es posible que sigan ocurriendo accidentes por cuestiones de mantenimiento preventivo en todo el material rodante, vías y señalamiento?

 

En casi todas las líneas de trenes los sistemas de suspensión están vencidos, el bamboleo de los coches obedece al mal estado de las vías que no se les hacen la renovación o el cambio de durmientes y afirmación de balasto (piedras) en forma permanente, lo mismo que el sistema lateral de la suspensión.

 

En el sistema eléctrico de trenes suburbanos que toma la alta tensión, (electricidad) del llamado tercer riel, no tiene la protección suficiente, las maderas que cubren ese tercer riel están podridas, no han recibido el baño de creosotado o aceite para su conservación, algunas rehuidas, otras ausentes…

 

El Poder Ejecutivo Nacional ¿no sabe de las falencias graves de esas concesionarias en las prestaciones y en las violaciones de los contratos?

El ex Defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino era claro: ‘Hace bastante tiempo que el Estado está en condiciones de rescindir las concesiones de la empresa Metropolitano, pues estamos ante una concesión cuya ejecución está llena de incumplimientos desde hace ya varios años’.

 

El accidente ocurrido en la Estación Once es producto del colapso de los ferrocarriles concesionados. La falla de los frenos es cosa corriente en ese ramal. Más de una vez los conductores conducen un tren con fallas en los frenos por las deficiencias en el compresor. Dan la alarma y le dicen desde Control que continúe que el mecánico está en la estación Tal. Pues no está y así con la otra.

 

La cuestión de todos los accidentes debemos enmarcarla en la ausencia de políticas de Estado para el transporte. No hay políticas de Estado de este gobierno actual ni de los anteriores diseñados para el control de transporte en general, pero en este caso el ferroviario.

 

Repetimos. Nunca, ningún gobierno, diseñó una política nacional de transporte, ni este gobierno ni los anteriores. Sólo se ha favorecido al autotransporte automotor sin políticas y al transporte de pasajeros ferroviarios como un negocio a través de los subsidios.

 

Las fallas técnicas son a consecuencia por esa falta de políticas de transporte. No hay controles preventivos, ni fiscalización sobre las obras comprometidas. No hay mejoras. Se viajaba como ganado, ahora es peor. Es suicida embarcarse. Los que viajan son pasajeros con necesidades serias de trabajo, son seres llenos de valentías en busca del jornal.

 

Luego del accidente cromañonico, la empresa TBA y el gobierno, en este caso, deslizaron un comentario perverso de que el conductor se durmió. Deslizamiento siniestro y execrable para eludir responsabilidades.

 

El maquinista Córdoba, es un hombre valiente. NUNCA ABANDONO LA CABINA DE MANDO. PODIA HABERSE RETIRADO. NO LO HIZO. LO TUVIERON QUE SACAR ENGRASANDOLO, (ver fotos) LO SUSTRAJERON TODO MALTRECHO, LO COLOCARON EN UNA CAMILLA, LO ESPOSARON COBARDEMENTE, SIENDO ESTE UN TRABAJADOR LLENO DE VALENTIAS.

 

De la falla en los frenos lo había alertado ese día el Tatú Andrada, él fue el conductor que le entrega la formación en el relevo: Tené cuidado, tiene freno largo. Eso quiere decir, en el lenguaje ferroviario, que se demora el frenar por falta de potencia en los frenos. Mas, cuando va aumentando el ingreso de pasajeros; camba el peso específico del tren. Muchas unidades les faltaba el compresor de frenado por ausencia del mantenimiento preventivo. Están atascados de sarro.

 

 

Foto Tatu Andrada

 

A Leonardo Andrada lo asesinaron en la parada del colectivo en una madrugada, iba a tomar servicio Solo, se llevaron el celular. En la noche del velatorio le saquearon la casa, solo le robaron la memoria de su computadora. Con la muerte de Andrada trataron de silenciar la verdad. Le dieron cuatro tiros.

 

Se cumplieron 9 años de la muerte de Leonardo Andrada, testigo clave de la Masacre de Once. Nosotros lo recordamos por su honestidad y valentía. Porque no hay cosa más hermosa que ver a un hombre honrado.

 

Foto Gente Tirada en el Suelo

 

Los sindicatos guardaron un silencio cómplice. Hoy se rasgan las vestiduras.

 

Los usuarios del ferrocarril deben escuchar y actuar reclamando junto a los trabajadores ferroviarios, que sí lo hacen.

 

Foto de Bomberos y Camilla

 

Los funcionarios de todo rango, comenzando por la presidente de la Nación, Cristina Fernández de K brillaron por sus ausencias. Todos preñados de una alta sensibilidad y acción solidaria. Ejemplo nacional, latinoamericano y del mundo.

 

Las vidas que transportan los trabajadores ferroviarios a diario, son una responsabilidad, pero la responsabilidad principal es de la empresa que usufructúa la concesión, donde el Estado les da un subsidio para que efectúen una prestación de acuerdo al contrato que debe ser correcta.

 

Subsidio que ronda aproximadamente en 4,5 millones diarios de pesos. La misma cifra que decían era exorbitante cuando demonizaban al sistema ferroviario por deficitario, con la diferencia que corrían todos los trenes de pasajeros por el territorio nacional, funcionaban los 37 talleres, 83 policlínicos, trabajaban más de 90.000 obreros, especialistas, técnicos y otros trabajadores del riel. Hoy existen más de 1.200 pueblos fantasmas y los accidentes tuvieron el nivel más bajo de su historia.

Ferroviarios y usuarios deben actuar juntos, para contrarrestar la perversidad de la especulación que realiza el concesionario para que su política de lucro sea floreciente.

 

Podemos cuantificar que por la ausencia del ferrocarril hemos pasado de la Accidentologia a la Siniestralidad por la cantidad de accidentes y muertes en las rutas y en las mismas redes ferroviarias. (Ver anexo)

 

Como primera medida este gobierno le debe quitar la concesión al TBA. Es la concesionaria junto ALL- América Latina Logística) brasilera, de carga. Tiene el índice más grande de accidentes. Es el F.C. Urquiza

 

Debe además de revisar todos los contratos de concesión, para que luego vuelvan al Estado. El gobierno debe rescatar a los ferrocarriles con los inventarios en mano para comprobar verificando que nos dejaron. ALL, se fue, sin informar nada.

 

Los ferrocarriles deben volver a manos del Estado Nacional repetimos hasta el cansancio. Se debe terminar con las políticas de concesionar. Los ferrocarriles en el mundo son estatales. Acá triunfaron las políticas tacherianas, (colonialistas) políticas que fracasaron en su propio territorio.

 

Los ferrocarriles ingleses regresaron al Estado.

 

Es deber, de todo Gobierno, reconstruir los ferrocarriles. Reconstruirlos, es reconstruir parte de la Nación. No hay reconstrucción nacional posible sin la fuerte presencia del ferrocarril, para que integre de nuevo el país, que beneficie a las economías regionales, que restablezca la conexión perdida entre pueblos y regiones y, para que en todos los pueblos abandonados retorne la vida.

 

No es cierto que no hay otro plan para los ferrocarriles y el transporte, quienes dicen eso son los que nada saben, intelectuales, economistas y los gatopardos que algo saben y se callan, esperando ser convocados a la danza de los acomodos, y aquellos que desguazaron las empresas del estado.

 

Nadie habla del tema ferroviario y del transporte, a 360 grados del arco político, porque hay que decirlo, no saben, no conocen y no pueden hacer un curso acelerado. El ferrocarril fue una herramienta de penetración colonial en el mundo, dijera R. Scalabrini Ortiz.

 

El colonialismo fabrica colonizados. La realidad actual lo certifica. Son todos menemistas

 

Porque para hacer posible la recuperación de los ferrocarriles para el país, lo nacional debe unirse a lo popular y lo democrático. Y lo popular y democrático no puede realizarse sin la independencia nacional.

 

BREVE ACLARACIÓN

 

Popular: según la RAE: Perteneciente o relativo al pueblo. Es importante destacar que el pueblo, somos todos los habitantes de un espacio geográfico y político determinado.

Populismo: es una corriente política ideológica surgida en la Rusia zarista a partir de 1860.

 

*Juan Carlos Cena: Técnico especialista en Transporte y Transporte Ferroviario. Ex Secretario General del Personal Técnico de Dirección – Organismo Central (1984-1989). Licenciado en matemáticas.

 

 

 

 

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