LA COMIDA Y EL AMOR
Comer es una metáfora de la forma en que vivimos y también de la forma en que amamos Un exceso de fantasía y de dramatización, la necesidad de controlar y el deseo de lo prohibido son comportamientos que nos privan de encontrar goce alguno en lo que comemos o en nuestras relaciones. Algunos de los mismos recursos sirven para poder liberarse de comportamientos compulsivos; aprender a vivir en el presente, empezar a valorarnos tal como somos, dar posibilidad de expresión al niño interior hambriento que llevamos dentro, confiar tanto en nuestra hambre física como en la emocional y enseñarnos a aceptar el placer, también nos permiten intimar con otra persona.
La compulsión es desesperación en el nivel emocional, es el sentimiento de que no hay nadie en casa, nos volvemos compulsivos para sentir que hay alguien en casa. Lo que en realidad se desea es “AMOR”. La comida es nuestro amor, comer es nuestra manera de ser amados. La comida es accesible por ejemplo cuando los padres no lo son, la comida no dice que no, la comida no nos pega, no se emborracha y esta siempre ahí; no se levanta y se va.
En cambio esta caliente cuando tenemos frío y esta fría cuando tenemos calor. Llega a ser la mejor forma de amor que conocimos, pero solo es un sustituto del amor, no es el amor. So muchos los que equivocadamente usan la comida sustituyendo al amor durante años, pues no saben reconocer la diferencia entre buscar el amor en la comida y buscar amor en el amor. No es por ignorancia, sino porque nunca los han amado bien, no saben como es el amor.
El comportamiento compulsivo, es una falta de amor hacia uno mismo, es una expresión de nuestra creencia de no valer lo suficiente.
El amor y la compulsión no pueden coexistir. El amor es un estado de conexión reciproca que incluye la vulnerabilidad y la entrega, exige autovalorarse y ser constante, como tener una disposición a enfrentarse con lo peor de uno mismo en lugar de rehuirlo. La compulsión es un estado de aislamiento que tiene como característica, la invulnerabilidad, baja autoestima, absorción en uno mismo y el miedo de que el dolor sentido destruya si lo afrontamos. El amor ensancha , la compulsión encoge, pues cuando se tenia lugar para el amor, la gente que nos rodeaba, no nos amaba. El objetivo de la compulsión , es protegernos del dolor, que va asociado con el amor.
Aunque parezca que la compulsión se centra en la falta de control, es básico el problema del control de nuestras acciones, sentimientos y del comportamiento de los demás. Al intimar con alguien, perdemos el control del tiempo que esta con nosotros, si se va o se queda, de lo que siente por nosotros, de los sentimientos que no provoca lo que hace o dice. Perdemos el control de l efecto que tiene sobre nuestra vida el hecho de amar a esa persona. Uno se vuelve vulnerable a la perdida, al dolor, a la muerte. El aprendizaje de descontrolarse con la comida trae aparejado el controlarse con la gente; pues en algún momento de la vida se aprendió que para que lo amen a uno, no puede revelarse tal como es, no se podía pedir realmente lo que se deseaba.
Comer compulsivamente, es el escenario sobre el cual volvemos a representar nuestra niñez, si nos insultaban, nos insultaremos con la comida. La medida en que seamos violentos, insultantes y duros con nosotros mismos es proporcional a lo que recibimos en la niñez.
La fantasía “Cuando adelgace” se ha construido para explicar la desesperación de nuestra infancia e impedir que nos destruyera, pues se necesitaba algo o alguien en quien depositar la responsabilidad del dolor. Cuando se ha crecido creyendo que te aman por lo que haces, no por quien eres, tu supervivencia depende de hacer lo que corresponde; entonces cada vez que te equivocas deseas morirte. Comemos tal como vivimos, hacemos con la comida , lo que hacemos con nuestra vida. “Lo fundamental es no haber podido reconocer los acontecimientos pasados”. Para sanar tenemos que atravesar el pasado, hablando, sintiendo, llorando, riendo siendo sinceros. Atravesarlo, no salirnos de el. De esta manera el presente se convierte en presente y nada mas que en presente.
El primer paso para sanar es decir la verdad. Cuando dices la verdad, reconoces lo que has perdido, entonces lloras por ello, no sigues autodefendiendote por lo que no te dieron o hicieron y comienzas a vivir el presente en vez de hacerlo reaccionando ante el pasado. Hacer el duelo significa decirte la verdad a ti mismo sobre lo que has perdido, expresar lo inexpresable, no proteger a nadie de ese ser complejo que eres tu. Hacer el duelo significa decirte la verdad sobre lo que has perdido, expresar lo inexpresable, no proteger a nadie de ese complejo que eres tú.
Lograras que el “AMOR sea el AMOR “ cuando te liberas de tu obsesión por la comida rompiendo con el encaprichamiento y comienzas a aprender sobre la intimidad:
.Comprometete
.Di la verdad.
.Confía en ti mismo.
.El dolor se acaba, igual que todo lo demás.
.Ríe con facilidad.
.Llora con facilidad.
.Ten paciencia.
.No temas a ser vulnerable.
.Cuando adviertas que te aferras a algo y algo te molesta renuncia a ello.
.No temas los fallos y fracasos.
.No dejes que el miedo te impida dar el salto hacia lo desconocido ni sentarte en oscuro silencio.
.Recuerda que todo se pierde, lo roban, se arruina, se gasta, o se rompe; los cuerpos se encorvan y se arrugan; todo el mundo sufre y todo el mundo muere.
.Ningún acto de amor se desperdicia jamás.
Ser amado por alguien y amar a ese alguien, nos enseña lo que es posible con otras personas, con todos los seres vivos.
Cuando el amor es el amor, no hay nada que se interponga entre nosotros y nuestro corazón roto.
El amor nos mueve, y eso es bueno.
Lic. Gericke María Cristina
Psicologa
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