EDUCAR EN EL COMER

Hay una frase muy usada en los profesionales de la salud que afirma “no se enferma quien quiere sino quien puede”.

Los problemas alimentarios afectan mas a personas que se hallan dentro de una personalidad de base narcisista, habla de una actitud frecuente de individuos que experimentan un amor excesivo de si hacia la cual orientan todas sus aspiraciones.

En general el individuo narcisista no tiene conciencia de su egocentrismo y de centralizarse en su propia persona, lo cual es normal en el niño hasta una edad avanzada y el adolescente que atraviesa la crisis de su transición a la adultez.

El poder contextualizar el tipo de personalidad de un sujeto tiene sentido para el profesional que conoce el medio, de guiar al paciente para superar sus conflictos, pero es sumamente necesario no usar determinadas terminologías psicológicas para señalar a alguien que conocemos o con el cual convivimos. De esta forma se contribuiría en favorecer la comunicación con aquel que deseamos colaborar y ayudar.

Conocer este mecanismo es útil para tener otro punto de ataque a los trastornos de alimentación, ya que el aislarse en estas personas no solo es provocado por la culpa y la vergüenza.

También hablamos de personas que tienen una excesiva preocupación por su cuerpo, imagen y peso de sus conflictos; en lo cual se sienten profundamente solas pensando que nadie los comprende ni puede ayudar. En el trabajo grupal, con el espejo, es donde pueden comenzar a compartir sus problemas, al no sentirse solos pues hay otro que también lo padece, en poder solucionarlos y también ayudar a otros.

La comida en estas situaciones tapa todo aquello que pudiese ser motivo de preocupación, opacando las razones para alegrarse y disfrutar.

Uno de los modos de deshacer el nudo, es atreverse a pensar, “El Cuerpo no puede eliminar lo que la Mente no puede disolver”, aceptando ser ayudado Psicológicamente y de esta manera poder resolver conflictos que le restan posibilidad de conexión con el exterior. Todo de la mano de un buen especialista en Nutrición que es el encargado de guiar adecuadamente al paciente en su labor del “Educar en el Comer”. Ensenar a relacionarse con los alimentos, a nutrirse, aprender amarse, de eso se trata el trabajo.

Recordemos que el acto de alimentarse o de comer va más allá de una cuestión específicamente fisiológica. Es un hecho social, es la forma en que nos relacionamos con los otros y en ese acto del comer es donde muchas veces volcamos nuestros conflictos con los demás, nuestros miedos y angustias. Esto es lo que dará lugar a conductas alimentarias inadecuadas que constituyen los llamados Trastornos Alimentarios.

En Nutrición, se define al plan de alimentación como aquél que permite al individuo perpetuar a través de varias generaciones los caracteres biológicos del individuo y de la especie.

Fueron establecidas cuatro leyes fundamentales de la alimentación. La ley de la cantidad, que hace referencia a que los alimentos deben ser suficientes; la ley de la calidad, la cual menciona que el plan debe ser completo en su composición; la ley de la armonía que sostiene que debe existir una proporcionalidad entre los distintos componentes de la dieta y la ley de adecuación que afirma que la alimentación debe adecuarse a cada individuo. Teniendo en cuenta estas cuatro leyes es posible comprender que la planificación de un régimen de alimentación no debe ser al azar sino por el contrario, debe ser elaborado por un Licenciado en Nutrición en forma personalizada, según cada caso.

El propósito de todo régimen ó plan es lograr una educación alimentaria del paciente, favoreciendo a su autonomía y confianza. El profesional debe encargarse de brindar la información pertinente según cada persona a fin de que la misma alcance una alimentación adecuada, balanceada y saludable, contribuyendo con el alcance del equilibrio psico- físico- emocional y espiritual del paciente.

No olvidar que somos una unidad Mente y Cuerpo, sabemos que existen problemas pero que también hay propuestas de abordaje y soluciones, solo es cuestión de elegir el camino y darse la oportunidad de probar.

Lic.Gericke Maria Cristina
Psicóloga
Lic.Paula Agustina Ferrigno
Nutricionista

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