Revista mi Barrio

Periódico barrial de Villa Real y Versalles, barrios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

LOS FERROCARRILES DE CUBA

abril 8, 2016

Trenes Cubanos.jpg 1Siempre me gustó el tema de los ferrocarriles. En un viaje a Cuba tuve la oportunidad de fotografiar los antiguos ferrocarriles y parte de los actuales. También me permitió conocer su historia. Cuba fue el primer ferrocarril Iberoamericano, el séptimo en el mundo, incluso antes que en la metrópolis hispana, colonia del cual dependían. Se inauguraron en el año 1837. En España surgieron en 1848 y Argentina 1857.

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Su origen fue por la necesidad de transportar caña de azúcar a los ingenios, ya no alcanzaban las carretas tirada por bueyes para transportar esos enormes volúmenes y luego llevar el producto terminado a los a los puertos de embarques. Una de las cualidades económicas del ferrocarril es el traslado de grandes volúmenes de carga cubriendo importantes  distancias a un costo mas competitivo, así surge el ferrocarril cañero en Cuba.

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Antecedentes del ferrocarril pionero

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Cuba fue descubierta por Cristóbal Colón en su primer viaje el 27 de octubre de 1492. El encargado de la conquista fue Diego Velásquez a finales de 1509. La Isla, que fue conocida como “la Perla de las Antillas”, se destacó en el mundo, como productora de azúcar y tabaco entre otras cosas.  Fue colonia española hasta 1898, luego estuvo bajo la fuerte influencia económica y política de Estados Unidos.

La caña de azúcar provenía de la India  y llegó a Cuba en 1512, a través de España y las Islas Canarias. Su cultivo se desarrolló por las condiciones naturales de clima, lluvias, la composición y topografía de los suelos. El cultivo comenzó en la Habana, luego Pinar del Río para después extenderse en todo el territorio.

Las primeras fábricas elaboradoras llamadas trapiche, eran donde con caballos, bueyes o esclavos, se les extraían, exprimían o estrujaban a las cañas, el zumo del que se hacía el azúcar. En un comienzo carecían de los medios o vías de acceso a las zonas cultivables. A fines del siglo XVIII y comienzos del XIX. la explotación de la industria azucarera tuvo un rápido incremento. Al ampliarse el área de siembra provocó la necesidad de solucionar el tema del acarreo de las cañas, costoso y lento,  a los ingenios que a su vez estaban cada vez más alejados de los puertos de embarque

El ferrocarril fue un gran impulso en la circulación del transporte cañero, sustituyendo  a las pesadas cargas de carretas y carretones tirados por bueyes. Puso una nota sensacional de fuego, humo en los campos provincianos. Las líneas férreas  tendieron una tela de araña sobre el mapa del país. Fue una novedosa solución al problema del transporte  de grandes volúmenes de caña cubriendo importantes distancias en un tiempo menor y con un costo más beneficioso. El ancho de vìas utilizado fue  de 1,435 metros, igual al servicio de nuestro país en los tranvías y del ferrocarril Urquiza.

Al incrementarse la demanda de azúcar en EE.UU y Europa muchos terratenientes cubanos comenzaron a construir nuevos ingenios y mejorar los existentes. Se mecanizaron con maquinarias y equipos nuevos y trajeron muchos esclavos africanos que explotaron con excesiva crueldad.

 

Ferrocarril cañero

 

 

En 1830 había fracasado la política vial en Cuba. El gobierno español decide analizar la propuesta de Marcelino Calero, un español residente en Londres que estaba al tanto de los adelantos de la primera locomotora a vapor de Georgen Stephenson en Inglaterra, la “rocket” que se utilizaría para transportar los productos sobre caminos de hierro.

 

La Junta de Caminos de Hierro de Cuba realiza los primeros estudios que concluyen con el visto bueno para construcción del primer ramal ferroviario en Cuba. Cuenta con el apoyo del Conde de Villanueva, Claudio Martínez Pinillo, que era el presidente de la Real Junta de Fomento. Se concreta la Real Orden que dispone su construcción. En 1835 se obtiene un empréstito en Inglaterra de dos millones de pesos y le compran  8 locomotoras y  rieles Las obras fueron realizadas por ingenieros y técnicos norteamericanos bajo la dirección principal de Alfredo Cruger. La fuerza constructiva contó con artesanos, peones y jornaleros cubanos, prisioneros de guerra carlistas deportados a Cuba, inmigrantes canarios e irlandeses, esclavos y emancipados africanos. Trabajaron entre 800 y 1500  hombres diezmados por las deserciones, epidemias y las largas jornadas laborales.

La construcción comenzó en noviembre de 1835. El tramo de 17 millas de La Habana hasta Bejucal fue inaugurado el 19 de noviembre de 1837 y hasta Güines, 19 millas más, justo al año siguiente.. En 1837 comenzó el transporte de pasajeros, y en julio de 1838 el de carga. En los comienzos, el transporte de caña era en el ferrocarril público. Tres décadas después las vías eran explotadas por 21 empresas, que competían entre sí. La mayor concentración se daba  en la llanura La Habana- Matanza. Los hacendados de las prósperas plantaciones esclavistas se apresuraban a construir sus propios caminos de hierro.

 

En el escenario de la guerra de los diez años (1868-1878), las empresas ferroviarias fueron afectadas para las operaciones militares. Los españoles subordinaron a sus necesidades bélicas  las vías, el telégrafo, los equipos y las instalaciones. Las empresas debieron olvidar sus viejas rivalidades y coordinar  los enlaces entre vías y material rodante con regularidad y exactitud. Se transportaron 78.000 soldados y 650 toneladas de pertrechos, además de caballos y víveres. Los contrarios interrumpían los servicios, incendiando puentes y alcantarillas, levantando ramales, obstruyendo vías, cortando telégrafo y disparando a los trenes. Los españoles hicieron que las empresas preparasen vagones blindados.

 

En la Guerra de la  Independencia 1895-1898, el ferrocarril fue atacado y  llegaron a paralizar los servicios que resultaron muy golpeados. El gobierno colonial militarizó el ferrocarril y el telégrafo. Se construyeron fortines a lo largo de las vías y utilizaron las instalaciones ferroviarias con fines exclusivamente militares convirtiéndose en cuarteles y hospital militar.

 

A partir de las tres últimas décadas del siglo XIX, con la abolición de la esclavitud, (1880), la modernización de la industria azucarera que implicó la sustitución del ingenio por el central azucarero, la ampliación del área de siembra y la aparición del colonato encargado de proveer la caña a los centrales, el ferrocarril asume una nueva función de transporte de la materia prima desde el cañaveral al central azucarero.

En 1875 el ferrocarril fue incentivado por el desarrollo de la tecnología de acero, que abarató el precio de los rieles y surgió la aparición del ferrocarril portátil que  permitió el traslado de los rieles de un campo al otro. Al finalizar el siglo XIX  había 107 líneas privadas, 93 correspondían al ferrocarril cañero de las cuales 56 contaban  con locomotoras propias y su parque podía ser igual o superior a algunas de las empresas públicas. La extensión de las vías privadas era de 1394 km, unos 500 km menos que la red de servicio público.

 

Programa de Desarrollo Ferroviarios de Cuba en los últimos 50 años.

 

La reconstrucción de la línea Central, la Habana- Santiago de Cuba,  la de mayor  envergadura, fue realizada entre 1970-1980. Implicó la colocación de 1291 kms. de vías, 229 puentes y la modernizaron  todas las estaciones de pasajeros y edificios técnicos. Fue un plan millonario que contó con la colaboración de la URSS. Se operó con locomotoras soviéticas, las M 62 K. Por la información obtenida se supo que los planos y proyectos fueron realizados por los técnicos cubanos y fabricados en Rusia. El primer tramo se inauguró el 29 de enero de 1975, fecha que se celebra como “Día del Trabajador Ferroviario”. Los trabajos se continuaron inaugurando por tramos. Arribaron nuevas locomotoras soviéticas, las TE 114 K y 1860 vagones  de carga y pasajeros. En 1975 Cuba la compró a Argentina 320 coches –motores de la firma Fiat-Materfer.

En 1984 se concluye la reconstrucción total de la Línea Central.

En 1980, transporte ferroviario en todo el territorio contaba con 14872 kms de extensión de los cuales 3053 kms. correspondían a vías estrechas.

 

Las imágenes obtenidas de los Ferrocarriles de Cuba responden al transporte pionero, su estado actual, las restauraciones realizadas y las nuevas locomotoras en funcionamiento.

 

 

Susana Haydee Boragno

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